En respuesta a la agresión militar no provocada e injustificada de Vladimir Putin contra Ucrania, la UE ha puesto en marcha sanciones sin precedentes diseñadas para:
- disminuir la capacidad del Kremlin para financiar la guerra;
- imponer claros costes económicos y políticos a la élite política rusa;
- reducir la base económica de Rusia.
Un enfoque global de las sanciones
- Sanciones a particulares, empresas y organizaciones
- Medidas sobre visados
- Prohibiciones de importación y exportación
- Medidas relacionadas con los servicios financieros y a las empresas
- Sanciones relacionadas con la energía
- Sanciones relacionadas con el transporte
- Sanciones aplicables a los productos de doble uso
- Recuperación y decomiso de activos
- Asegurar la eficacia de las sanciones
Impacto de las sanciones
Estas medidas son inteligentes y están coordinadas con nuestros aliados. Se dirigen contra la élite política rusa e imponen a Rusia un coste directo por su guerra de agresión, al tiempo que socavan la capacidad industrial y económica de Rusia para hacer frente a la guerra, fabricar nuevas armas y reparar los sistemas armamentísticos existentes. Las sanciones privan al ejército ruso y a sus proveedores de los productos y equipos necesarios para librar su guerra en el territorio soberano ucraniano.
Ninguna de las sanciones de la UE adoptadas contra Rusia impide el suministro de productos agroalimentarios, equipos médicos o medicamentos a la población en general. La maquinaria agrícola en sí misma tampoco está sujeta a ninguna prohibición de exportación.
Ninguna de las sanciones tiene por objetivo en modo alguno el comercio de productos agrícolas y alimenticios, incluidos los cereales y los fertilizantes, entre terceros países y Rusia.